Bienvenidos a este paseo por mis emociones, sensaciones, sentimientos y opiniones. Dicen que a medida que te haces mayor te haces más conservador. Pues no es mi caso. Estoy cansada de callarme las cosas y he decidido rebelarme…. ¡¡Gracias por compartir conmigo este paseo vital!!

jueves, 17 de enero de 2008

¿QUÉ TE PASA, MADRID?


O mejor dicho: “¿Qué me pasa contigo, Madrid? A veces me apasionas, otras no te soporto.

Me encantas cuando me paseo por tus barrios de Lavapiés, Chueca o La Latina, hago una parada para tomar unas cañas y unas tapas, y observo el bullicio que desprendes.

No me gustas cuando te veo cubierta por una nube de contaminación, escucho el klaxon de los coches o me veo metida en uno de tus interminables atascos.

Me gustas cuando me paseo por el Retiro o por la plaza de Lavapiés y escucho el maravilloso sonido de los tambores o del djembé.

Me cuesta aceptarte cuando me doy cuenta de que hay algunos amigos a los que veo menos ahora que cuando estaba lejos de ti; cuando me doy cuenta de que voy corriendo a todos los lados y que casi no veo a la gente a la que quiero.

Me encanta ir a uno de tus múltiples cafés concierto y escuchar las dulces palabras de algún cantautor, cuenta cuentos o cualquier otra persona que haga que me emocione.

No te soporto cuando sacas a relucir tu chulería y tu prepotencia.

Me encantas cuando me adentro en tus calles de Huertas y Lavapiés para fumar una sisha y beber un té o comer un falafel o unos pastelitos árabes en un restaurante árabe mientras escucho música de esos países y charlo animadamente con mis amigos. En esa circunstancia, durante unos minutos tengo la sensación de estar en Túnez o Marruecos y rememoro los maravillosos momentos que pasé allí: la amabilidad de la gente, el embrujo de los zocos, el olor a especias de los mercados...

Me produce mucha rabia ver que ya no tienes memoria y te olvidas de que tú emigraste hace tiempo y que en muchos casos hiciste fortuna e incluso te quedaste en esos países, y sin embargo ahora tú no eres capaz de aceptar a “los emigrantes”.
No me gustas cuando me doy cuenta de que, en vez de conocer a las personas, dejas que tus prejuicios salgan a la luz y decides no hablar con los catalanes, “moros” o “panchitos”, sin darles ni una oportunidad. ¿te gustaría que hiciesen lo mismo contigo? Pues entonces no trates a los demás como no te gustaría que te tratasen.
¿Por qué a Chayanne y a Lola Flores les llamas por su nombre y en cambio en otras ocasiones tratas a ciudadanos de la misma procedencia que ellos como panchitos o p….gitanos? Siento decirte esto, pero una parte de ti es muy clasista.

Me entristece tener la sensación de que por desgracia, somos una minoría los que estamos encantados de ver como tus calles se llenan de multitud de razas, colores, lenguas, etc.

En cambio consigues que me enamore de ti cuando veo como acoges a la gente en tu seno y le das una oportunidad, cuando intentas conocer la cultura de las numerosas personas a las que no les ha quedado otro remedio que huir de su país y pedirte una oportunidad para tener una vida digna aquí.

Querida Madrid, seguiré haciendo todo lo posible para dar a conocer lo maravillosa que eres cuando te lo propones…

“Si tu Dios es judío, tu coche es japonés, tu pizza es italiana, tu gas es argelino, tu café es brasileño, tus vacaciones son marroquíes, tus cifras son árabes, tus letras son latinas…. ¿Cómo te atreves a decir que tu vecino es extranjero?”
(He intentado encontrar el autor de esta preciosa cita pero no lo consigo)


Nota: ¿qué te pasa, Madrid? Es el título de una preciosa canción de Javier Pumares, un cantautor que acabo de conocer. Para los que estéis interesados en escucharla, pinchad en http://www.radioritmo.org/pumares/web/

lunes, 14 de enero de 2008

ME GUSTAN LOS HOMBRES SENSIBLES

Bueno…. y también las mujeres sensibles.

No sé si es una impresión o no pero creo que los seres humanos tienen miedo de ser cariñosos entre ellos (sobre todo los hombres). ¿Por qué?

Ah! Ya sé, porque si os mostráis cariñosos entre vosotros la gente va a decir “Pero qué maricones sois” y todo el mundo se va a reír de vosotros. ¿Y qué más os da? A mí me gustan los hombres sensibles y cariñosos, pero no solo cuando tienen que mostrar su vena sensible para ligarse a una tía, sino cuando están con sus amigas y amigos.

Hace unos meses me vinieron dos amigos de Galicia a hablarme del mismo tema (curiosamente (o no) vinieron por separado sin saber que el otro me había hablado antes de lo mismo): estaban preocupados porque un amigo de ellos “les tocaba bastante” cuando se acercaba a ellos y pensaban que era homosexual. Me atrevería incluso a decir que se sentían un poco incómodos con ese comportamiento. Analicemos este comportamiento (tanto el de ellos como el de su amigo). En cuanto a su amigo hay dos posibilidades: es sensible y cariñoso (vamos, de los que me gustan a mí) o es sensible, cariñoso y gay (también me gustan). Creo que esta situación os habrá pasado a muchos. ¿si? ¿no? Pues a mí me ha pasado a menudo (no solo hace unos días) y aquí va mi consejo basándome un poco en mi experiencia.

Caso 1: Vuestro amigo es sensible y cariñoso. ¿qué problema hay? ¿por qué os sentís incómodos?: porque en esta sociedad tan machista, intolerante, insolidaria, etc solo escucháis: los hombres son muy machos, tienen que demostrar su fuerza, su frialdad y no pueden llorar, exteriorizar sus sentimientos o tocarse. Y claro os lo acabáis creyendo. Pues a mí me gusta ver a dos chicos abrazarse y llorar, no porque me dé morbo, sino porque me parece maravilloso demostrar nuestra amistad no solo a través de palabras (que a veces no hacemos ni eso), sino también a través de gestos. No pasa nada porque os abrazáis si lo necesitáis y si os reconforta, la gente no se va a reir de vosotros, y si se ríen…..que les den!!

Caso 2: Vuestro amigo es sensible, cariñoso y es gay. ¿os da miedo que sea gay? ¿os parece un enfermo? Sé perfectamente que no porque sino no me dirigiríais la palabra y porque sé que os han educado en la tolerancia. ¿Cuál es el problema? Pues supongo que hay dos (lo digo por propia experiencia): el primero es que no sabéis cual es la mejor forma de hablar con él y se desahogue y os lo cuente (evidentemente es complicado ponerse en la piel del otro en este caso). Y el segundo es que en el caso de vuestro amigo a veces cuesta asumir nuestros gustos sexuales aunque nos hayan educado en la tolerancia, porque vivimos en una sociedad muy hipócrita en la que aunque todo el mundo diga que acepta a los homosexuales, bisexuales y transexuales, lo “homosexual” se ha puesto de moda, y cuando te toca de cerca hasta el punto de que te toca a ti, cuesta (lo digo por propia experiencia). Bueno volviendo a este caso y siguiendo con lo que yo sentí en su momento, os digo que todos necesitamos apoyarnos en alguien en momentos así (yo tuve la suerte de tener a un familiar (le estaré agradecida eternamente) que me tendió la mano y me ayudó muchísimo), o sea que él os estará eternamente agradecido de contar con vuestra ayuda, de sentir una mano amiga (aunque seáis tíos).

Por cierto para los que sigáis teniendo dudas en aceptar vuestro comportamiento o en aceptar el de los demás reproduciré aquí la respuesta que una amiga me dio cuando, después de pasar los seis meses más horrorosos de mi vida fui hablando con mis amigos uno a uno y contándoles lo que me pasaba: “Tú eres mi amiga y lo seguirás siendo, cuando te enamoras, te enamoras de una persona independientemente de que sea o no de tu mismo sexo” o la de mis padres : lo único que nos fastidia es que en esta sociedad tan intolerante lo vas a tener más difícil que otros (Ole, ole y ole).

Nota: sé que los que leáis este artículo pensaréis ¿está hablando de mí? Y yo os digo:¿Y qué mas da de quien hable?

NO PUEDO DONAR ÓRGANOS EN CANADÁ

¿No habéis tenido nunca ganas de dar un puñetazo sobre la mesa cuando oís ciertas noticias o declaraciones de algunos dirigentes?. (Por llamarlos de alguna forma) Pues yo cada vez más.

Me gusta la carne y el pescado ¿y qué? Pues que resulta que si viviese en Canadá no podría donar sangre y desde hoy tampoco podría donar órganos. Conclusión: más os vale no tenerme como amiga si vivís en Canadá, porque si necesitaseis mi sangre o un órgano mio no os lo podría dar. Ah Por cierto, no hace falta ir tan lejos porque hasta hace cuatro años en el Hospital Gómez Ulla de Madrid los amantes de la carne y el pescado tampoco podíamos donar órganos.

Pero vamos a ver: cada uno tiene derecho a hacer con su vida lo que quiere siempre y cuando respete a los demás (por lo menos eso es lo que me han dicho siempre mis padres y eso he intentado hacer). Y yo me pregunto:¿ que más da que te guste la carne , el pescado, los dos a la vez, o los extraterrestres? Qué pasa que cuando vaya al hospital para donar sangre me preguntarán: ¿y tú de quien eres? Y yo diré: "Adivina"!! Y claro, ¿nos harán demostrar lo que somos?. ¿nos pondrán una estrella morada a los que somos "distintos" según ellos?. Nos pondrán en fila uno tras otro y dirán "a ver dime si eres capaz de besar a un tio, a una tia, y a los dos". Pues yo a los dos: ¿y qué?

Pero vamos a ver, ¿no es más importante salvar una vida que saber los gustos de una persona? Qué más les da de quien me enamoro. ¿me meto yo en su vida privada? En fin sin comentarios. Creo sinceramente que si los gobiernos se preocupasen de educar a los niños en la tolerancia en vez de discriminarnos (perdón por la palabra pero estoy cabreada), todo sería muy distinto.

NO SOMOS MÁQUINAS, SOMOS SERES HUMANOS

Hace unos días envié un mail a todos los amigos en los que entre otras cosas les daba las gracias por haberme ayudado y haber compartido muchos momentos durante el 2007. Por lo que he podido comprobar fue un mail que emocionó a mucha gente. Al principio me sorprendió que tocara la vena sensible de tanta gente pero luego recibí un mail de una amiga que me hizo entender muchas cosas y emocionarme a mí también, y que reproduzco aquí en parte (espero que no te moleste que lo reproduzca: “gracias por ser capaz de exteriorizar tus sentimientos y dar las gracias por la amistad que nos une. No es nada evidente en un día a día que nos come y en un mundo, como es el nuestro, cada vez más materialista, en el que todo el mundo da todo por sentado. Da gusto que, de vez en cuando, alguien tenga la capacidad de "desnudarse" y agradecer lo más impagable de todo, el cariño, el afecto, el amor, en definitiva.”

En un mundo en el que cada vez se queda menos con los amigos y en el que hemos pasado de tener unas relaciones cada vez menos "presenciales" y más "on line" (aun viviendo en la misma ciudad) pienso que es muy importante desnudarnos. ¿por qué no pedimos ayuda cuando estamos mal? ¿qué problema hay en llorar de alegría, de emoción, de tristeza, de risa? ¿en pedir un abrazo?

Muchas personas me consideran muy sensible y tienen razón: para mí exteriorizar mis emociones y hacer que la gente las exteriorice y se emocione delante mío es una especie de terapia; me sirve para afrontar muchas cosas, para relajarme, para serenarme. De la misma forma que nos gusta que nos den un abrazo o que nos ayuden, ¿por qué no los damos nosotros? ¿por qué no podemos enviar mensajes a nuestros amigos de vez en cuando diciéndoles "gracias por estar ahí"?. He comprobado que a muchas personas les gusta y les emociona este tipo de mensajes. Entonces, ¿por qué no lo hacen ellos también?

No pasa nada porque exterioricemos nuestros sentimientos, por decir que estamos mal, por dar las gracias, por brindar por la amistad, al contrario es maravilloso y os aseguro que si todos los hiciéramos, si como dice mi amiga "nos desnudáramos" de vez en cuando en vez de guardarnos todo, las cosas nos irían mucho mejor. Somos seres humanos con sentimientos, no somos máquinas. ¡¡Viva las emociones!!