Bienvenidos a este paseo por mis emociones, sensaciones, sentimientos y opiniones. Dicen que a medida que te haces mayor te haces más conservador. Pues no es mi caso. Estoy cansada de callarme las cosas y he decidido rebelarme…. ¡¡Gracias por compartir conmigo este paseo vital!!

domingo, 3 de febrero de 2008

¿UN PUEBLO DORMITORIO?..¡¡NO!! EL PUEBLO DE MIS RECUERDOS

Las Navas del Marqués es un pueblo situado a 75 Km. de Madrid en la carretera de Ávila, y cerca de El Escorial. Mi familia y yo llevamos 35 años pasando los veranos en él…Por eso para mí es más que un pueblo…., es el pueblo de mis veraneos, el pueblo de mis recuerdos…

Es posible que a los que no conozcáis este pueblo personalmente os suene este nombre, porque hace unos meses apareció en algunos periódicos e incluso en los telediarios y en algún conocido programa de televisión…. Pero por desgracia no precisamente por su maravilloso bosque y hábitat de buitres leonados, sino porque su querido Alcalde, ha decidido cargárselos para construir unos maravillosos campos de golf y unas espléndidas urbanizaciones. Y todo ello con la complicidad de las autoridades regionales medioambientales correspondientes que, aun a sabiendas de que esa obra era ilegal, dieron el visto bueno para iniciar esa obra a cambio de unas cuantas sacas de dinero. Menos mal que, a veces, esa justicia que tanto criticamos, da la razón a las minorías y ha declarado que esa obra es ilegal….Aunque igual también cambia de opinión a cambio de unas cuantas sacas de dinero…

Según el alcalde sus conciudadanos están de acuerdo en efectuar esa obra y acabar con el monte porque va a traer mucho empleo y bienestar al pueblo pero yo no lo tengo tan claro porque, entre otras cosas, para llegar a Las Navas hay que pasar el Puerto de la Cruz Verde, y no me imagino a mucha gente de Madrid, comprándose algo en Las Navas como vivienda habitual y bajar y subir el puerto todos los días. Bueno y seamos sinceros, y un poco egoístas, porque me aterra ver como Las Navas se convierte en un simple pueblo dormitorio y deje de ser mi pueblo de veraneo, el pueblo de mis recuerdos….

Es el pueblo donde conocí a mis primeras amigas (que por cierto, siguen a mi lado). Aun me acuerdo: teníamos siete años. Una de mis amigas vivía en ese momento en la casa pegada a la nuestra y mi familia me dijo: “¿Por qué no juegas con ella?” Y jugué con ella y ella me presentó a otras tres amigas y así han pasado 26 maravillosos años a su lado. (¡¡Cuántos recuerdos, chicas!! ¡¡No los cambio por nada!!).

Es el pueblo donde aprendí a montar en bicicleta…Aprendí tarde pero aprendí, vaya si aprendí… La verdad es que una vez que aprendí ya no había quien me bajara de ella y estaba todo el día con mi pandilla (como decía mi abuela) por ahí y no paraba en casa.

Recuerdo las tardes que pasábamos en el garaje de dos de mis amigas cantando canciones de La Guardia mientras jugábamos. De hecho, hoy en día cada vez que escucho en un bar una canción de La Guardia, para mí es como si por un instante volviese a Las Navas y me acuerdo de ellas…

Me acuerdo que mi abuela disfrutaba viendo a toda su familia reunida. Le encantaba tener la casa llena de gente. Todos los días tomaba un poco el sol en las piernas y se tomaba su bolla con su café con leche; por las noches hacía su crucigrama y jugábamos al parchís….

Cuando las calles no estaban asfaltadas toda la familia jugaba a la petanca detrás de nuestra casa. Hacíamos equipos de dos o tres y nos lo pasábamos fenomenal toda la tarde (a veces nos daban las nueve de la tarde).

Recuerdo cuando iba por las noches con mi tía a observar las estrellas. Cogíamos un mapa de las estrellas y constelaciones y me decía: “Ves, esta es la Osa Mayor, esta es la Osa Menor”… ¡¡Cómo disfrutaba!!! Incluso alguna vez fui con ella a alguna vaquería para comprar leche recién ordeñada…¡¡qué tiempos aquellos!!

En Las Navas tuve mis primeros ligues, mis primeras juergas, mis primeras salidas nocturnas. Aun me acuerdo de la primera vez que entramos en un bar a tomar una cerveza…Llevábamos quince días pasando delante del Nicos sin atrevernos a entrar; queríamos entrar porque ahí iban unos chicos que nos gustaban a todas..y que seguíamos a todas partes (en la Piscina de los Matizales (¡¡cuantas veces hemos simulado que nos hacíamos fotos para en realidad hacerles fotos a ellos!!). Como no estábamos en la capital nos dejaban salir hasta más tarde… y aprovechábamos para hacer cosas que no podíamos hacer en la capi.

Subíamos al Risco o íbamos al Saúco a hacer Barbacoas (en una ocasión, hicimos una paella y...¡¡ le pusimos tanta agua que la tuvimos que tirar toda!!!), a pasar la tarde, bueno incluso a hacer otras cosas… Nos pasábamos todo el día en el bosque haciendo cabañas, jugando al escondite o al rescate en el parque…
Jugábamos al billar o al futbolín mientras tomábamos un helado en Palazzo; íbamos al cine (ahora ya no hay). Aun me acuerdo de cuando fuimos al cine a ver la peli de “Sufre Mamón”,¡¡si, la de los Hombre G!!! Cuando eran las fiestas bajábamos a bailar a la plaza del pueblo. (Bueno de hecho yo lo sigo haciendo con mis primos pequeños).

Ya estando en La Universidad me pasé uno o dos veranos estudiando las asignaturas que me habían quedado para septiembre en Las Navas. Estudiaba dos horas y, una vez transcurrido ese tiempo, mi abuela me avisaba para que hiciese mi descanso correspondiente y me traía un trozo de bolla…

Hoy en día una de las cosas que más aprecio de Las Navas es que es como si por un instante me trasladase a otro mundo y me olvidase del calor, de los atascos y de la contaminación de Madrid… Sigo yendo en verano y de hecho ahora también vamos en Semana Santa e incluso alguna vez en invierno. Y no cambio por nada del mundo el aire que se respira allí..

En fin como veis, para mí (y creo que para toda mi familia, allegados y amigos) las Navas es mucho más que un simple pueblo aunque no haya nacido allí y estoy segura de que muchos de vosotros tenéis algún pueblo del que guardáis recuerdos de ese estilo. Me encantaría que las generaciones que vienen detrás de mí guardasen recuerdos tan maravillosos de ese pueblo como yo. Reconozco que me aterra llegar a Las Navas y ver como se convierte en una ciudad dormitorio, como desaparecen sus paisajes, su olor a campo, como poco a poco se va transformando en un pueblo dormitorio y voy perdiendo esos maravillosos recuerdos….

Mi prima que estudia ciencias medioambientales y que algo sabrá de esto, me ha dicho que como sigamos destruyendo tantos ecosistemas vamos a acabar destruyéndonos a nosotros mismos. Bueno en realidad como os podéis imaginar no hace falta que me lo diga ella como les pasa a otros, creo que soy bastante inteligente y mayorcita para saberlo por mí misma y para deciros que como sigamos poniendo por delante el dinero y el poder antes que nuestro medioambiente y nuestra propia integridad como personas……acabaremos muy mal parados...

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